¡SÍ, TAMBIÉN ES ENERGÍA! HABLEMOS SOBRE AIRE COMPRIMIDO

En la gráfica anterior, resultado del registro de datos para una auditoría de consumo de aire comprimido por caudalimetría, están representadas:

  • Caudal en Nm3/min, color azul
  • Presión en barg, color rojo
  • Presión objetivo compresor, color verde (6,8barg)

Se puede apreciar el patrón de consumo de aire diario, la presión del sistema en base a la demanda, los periodos de menor consumo, los de máximo y, a la vista de los resultados, tras una breve entrevista con los responsables de producción/mantenimiento, podríamos corroborar los datos y determinar cuál es el caudal de fuga de la instalación.

Si no te has fijado aún, lo que más llama la atención es que la presión objetivo, línea verde, es constante en el tiempo mientras que, la presión de línea (color rojo), rara vez alcanza el valor objetivo. La sala de compresores está compuesta en su totalidad por equipos de velocidad variable ¿qué es lo primero que se te ocurre pensar ante esta situación?

Que el/los compresores no son capaces de abastecer la demanda y por eso, el sistema, no es capaz de mantenerla presión objetivo…

¿Y cómo se suele solventar este defecto?

Se suele solucionar incrementando la presión objetivo del compresor o bien sustituyendo por otro equipo de mayor producción. Ambas soluciones, repercutirán en un mayor consumo de energía eléctrica.

En una auditoría de aire comprimido, la solución como mejora de la eficiencia energética y el ahorro, no siempre pasa por proponer un compresor de última generación con la óptima potencia específica.

La red de tuberías juega un papel fundamental en este tipo de instalaciones y es muy habitual, ir ampliando instalación sin hacer modificaciones aguas arriba de los nuevos consumos: hay mayor demanda y la sección de tubería permanece constante, lo que hace que las pérdidas de carga sean muy grandes, mayores velocidades de aire, mayor arrastre, más desgaste de tuberías…

En cualquier caso, tendemos a ir por el camino más “cómodo” que es la sustitución del compresor, buscando eso sí, la mayor eficiencia.

Por favor, sigue estos pasos antes de ejecutar:

  1. Antes de nada, revisar y analizar la red de tuberías, optimizando diámetros para reducir la pérdida de carga y eliminar las fugas.
  2. Monitoriza consumos y presiones: es la mejor forma de mantener bien mantenidas, valga la redundancia, tu sistema de aire comprimido.
  3. Por cada barg que incrementemos nuestra presión de trabajo, incrementaremos el consumo de energía eléctrica de nuestro compresor en un 7% aproximadamente y, viceversa.
  4. Si tenemos zonas que trabajan a distintas presiones y es posible, sectorizar, limitando la presión a la baja de aquellos tramos o zonas que así lo permitan.
  5. En base a lo anterior y, viendo la necesidad de proponer un nuevo compresor, debemos seleccionar siempre el depresión máxima más baja, dado que esto implica que el equipo tendrá la mejor potencia específica, es decir, la mejor relación potencia/caudal. Esto viene justificado porque a menor presión sea concebido el compresor, menores cargas deberá soportar y mayor revolucionado podrá ir el tornillo, por lo que, a igualdad de potencia, mayor producción de aire.

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