Produce vapor a baja presión recuperando el condensado de tu instalación de vapor

El condensado de nuestras instalaciones de vapor es el resultado de la cesión del calor latente del vapor: agua con la energía del calor sensible, cuya temperatura es la correspondiente a la de equilibrio a la presión de consumo. Por ejemplo, si un proceso se alimenta con vapor a 4 barg, la temperatura del vapor y, por tanto, de su condensado será de 152ºC.

Habitualmente, los sistemas de retorno de condensado son atmosféricos y, en esas condiciones de presión, la temperatura de equilibrio es de 100ºC.


Entonces, si la temperatura de equilibrio a presión atmosférica es de 100ºC y el agua que retorna a depósito está a 152ºC justo antes de salir del purgador ¿qué ocurre? El calor sensible del que hablábamos antes, pasa a ser calor total y, para alcanzar la temperatura de equilibrio, los 100ºC, se ve obligado a ceder el calor latente en forma de vapor flash. De ahí el penacho que habitualmente nos encontramos en la industria.


La tabla de la imagen, muestra la cantidad en % del vapor flash que se genera en base a la presión del proceso y la presión del recipiente hacia el que dirijamos nuestro condensado.


Como conclusión a lo anterior ¡aprovecha esta propiedad del condensado para mejorar u optimizar la eficiencia energética de tu instalación!